En el número de diciembre de la revista Cuadernos Hispanoamericanos salió un anticipo de Arquitectura yo. Uno de los cinco poemas que se publicaban es el primero que escribí de todo el libro. Aunque podría haberlo escrito esta gélida mañana de febrero:
OLA DE FRÍO
(W. B. Yeats)
El estado de ánimo no importa.
Sólo la oscuridad
descongelándose
cañerías adentro.
(La memoria son esas cañerías.)
Abro el grifo:
canto lo que se pierde
porque me asusta aquello que he ganado.
El dolor, como el agua,
no es estático,
fluye.
Atrévete a pensar en el escoplo,
en golpear,
porque te golpearon.