jueves, 22 de marzo de 2012

Contracubierta de "Arquitectura yo"

Josep M. Rodríguez es un poeta "absolutamente moderno", pero también muy atento desde sus inicios a la tradición (y al decir tradición me refiero a todo lo que ha llovido desde los chinos y los japoneses, los griegos y los romanos -y algunos otros- hasta hoy, pues la poesía es sólo una y no admite disecciones ni apartijos). La sintonía que muestra con la poesía de su momento y con la de todos los tiempos nos lleva a acercarnos a este poeta aún joven sin temor, con la certeza de que estamos ante alguien nuevo con garantía de autenticidad. A ella nos fue acostumbrando en sus espléndidos libros primeros, y asimismo la percibimos en éste, que además de ser un libro hermosísimo es obra ya de madurez. Un hondo lirismo, escueto, elíptico, sin adiposidades, lo recorre de principio a fin. Hay en los poemas emoción soterrada y pudorosa. En la mayor parte de ellos la soledad más absoluta es el abismo en el que se va construyendo la identidad de quien habla; en otras composiciones el amor, desde un "nosotros", sueña el mundo; y en los poemas de la sección final la muerte rubrica cada verso con el trazo de su enigma. Un libro que viene para quedarse.

ELOY SÁNCHEZ ROSILLO

martes, 20 de marzo de 2012

"Los paisajes magnéticos", José Andújar Almansa.

El crítico José Andújar Almansa ha publicado Los paisajes magnéticos, un volumen de artículos en los que pasa revista a algunos de los aspectos y autores más determinantes de la poesía contemporánea.: Carlos Edmundo de Ory, José Manuel Caballero Bonald, Joan Margarit... El texto titulado "Nocturno" se cierra con unos versos míos. Y en "Poesía última (apuntes al natural)" puede leerse:

   Igual que el cuello del cisne simbolista, la palabra poética interroga a una realidad que, más que repliegues de trascendencia, nos ofrece un cuadro de perplejidades, de enigmas, de extrañezas (es el signo de los tiempos). También de puro visible, el mundo puede ser invisible si no lo comprendemos. "No es fácil de entender, / pero lo realidad esconde siempre / distintas realidades, / más esquinas", nos advierte Josep M. Rodríguez en una página de Frío (2002). Una opinión o una visión que se acentúa en La caja negra: "Vivir es abrazar oscuridades: / de lo que no sabemos a lo que no sabemos, / desde una lejanía a otra lejanía. / Todo es inaccesible"; o bien: "Poco a poco / lo oculto y lo visible se vuelven uno solo". La realidad es un mensaje en sí misma que no sabemos interpretar, hace señas que nos rozan sin advertir. Pero se trata de un bosque de correspondencias inmanentes, que nos aleja de las aspiraciones de los viejos vanguardistas.

El mundo, su respiración de animal dormido, palpita en el corazón de la analogía. Convertido en una poderosa caja de resonancias, el poema trafica con esas correspondencias alrededor de la prosa del mundo. Traza escenas, imágenes, atmósferas extrañadas para abrir una puerta a un nivel de significación más profundo. Pienso en otro poema de Josep M. Rodríguez que me gusta especialmente, se titula "Ramas":

A contraluz,
tu pulmón al desnudo.
Y en su interior
(aunque no puedas verlas)
ramas como de almendro o de avellano
y una especie de florecillas blancas
brotando en sus extremos.

En estos versos, la radiografía de los pulmones se convierte en imagen analógica de las ramas de un árbol, establece sus secretos vínculos, su memoria de ramas y tronco, con la mesa de la habitación que la sostiene, con el papel de las páginas de un libro. Nos ofrece una imagen inédita de la realidad que no siempre resulta fácil traducir a enunciados lógicos, y en la que -nos advierte el poeta- "todo es parte de todo, / un mismo árbol".

(José Andújar Almansa: Los paisajes magnéticos, col. Maillot Amarillo, 2011, pp. 257-258).

lunes, 19 de marzo de 2012

Pere Rovira

En el número 740 de la revista Cuadernos hispanoamericanos ha salido mi reseña de Poesía (1979-2004), de Pere Rovira.