Pintar la oscuridad desde la oscuridad,
igual que Caravaggio.
Así,
la habitación desnuda
y el silencio
que gira lentamente cuando cierras el grifo.
Así
sales del baño:
tu cuerpo de mujer parece lluvia.
No se puede querer a todo el mundo
–lo escribió Robert Lowell–,
el corazón no alcanza para tanto.
Y hablar de ti,
en el fondo,
también es una forma de egoísmo.
Pintar la oscuridad
desde la oscuridad que nos enlaza
como el principio y el final de un círculo.
No lo rompas y vuélvete hacia mí,
despacio,
más despacio,
hasta saber cómo termina todo.
igual que Caravaggio.
Así,
la habitación desnuda
y el silencio
que gira lentamente cuando cierras el grifo.
Así
sales del baño:
tu cuerpo de mujer parece lluvia.
No se puede querer a todo el mundo
–lo escribió Robert Lowell–,
el corazón no alcanza para tanto.
Y hablar de ti,
en el fondo,
también es una forma de egoísmo.
Pintar la oscuridad
desde la oscuridad que nos enlaza
como el principio y el final de un círculo.
No lo rompas y vuélvete hacia mí,
despacio,
más despacio,
hasta saber cómo termina todo.
(De La caja negra, Valencia, Pre-Textos, 2004)
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